Los Lakers consiguieron una victoria espectacular por 116‑115 ante los Timberwolves en un duelo que se decidió en los últimos segundos gracias a un tiro ganador de Austin Reaves. El triunfo refuerza la moral del equipo en un inicio de temporada en el que buscaban reafirmarse en el Oeste.

Desde el arranque, Minnesota impuso un ritmo ofensivo alto, aprovechando su juego dinámico y la buena forma de sus tiradores. Pero Los Angeles supo mantener la calma y ajustó defensivamente para prolongar el partido hasta el final. En el tramo decisivo, Reaves emergió como héroe con una canasta clave sobre la bocina que selló el choque.

Las claves del triunfo de los Lakers incluyen:

• El acierto colectivo bajo presión: Los Lakers anotaron los últimos 8 puntos del partido, evidenciando su capacidad para cerrar.
• La resiliencia frente a los Timberwolves, que llevaron la iniciativa durante buena parte del encuentro.
• Un recurso ofensivo decisivo: el tiro de Reaves funcionó como finisher perfecto en un choque muy nivelado.

Por parte de Minnesota, la derrota deja sensaciones mixtas: muestran que pueden competir ante los grandes, pero nuevamente fallaron en el tramo final. El equipo deberá revisar cómo manejar los minutos decisivos si quiere aspirar al top del Oeste.

Con este resultado, los Lakers refuerzan su credibilidad como candidatos mientras que los Timberwolves, pese al esfuerzo, se quedan con la tarea de aprender a cerrar partidos ajustados. En resumen, un duelo emocionante que coronó a Los Angeles gracias a una jugada de alta categoría en el momento justo.