En un partido apretado y espectacular, los Dallas Mavericks se impusieron por 107-105 ante los Indiana Pacers en el American Airlines Center.
La batalla arrancó de forma desigual: Indiana dominó el primer cuarto con un parcial de 30-25, aprovechando el buen ritmo ofensivo y campañas ofensivas internas. Sin embargo, Dallas reaccionó. A pesar de que sus unidades titulares sufrieron baja eficacia e incluso una lesión de Anthony Davis tras un golpe en la pierna que le impidió volver.
El punto de inflexión llegó en el tercero: los Mavericks desplegaron un parcial de 29-19 en ese cuarto, tomando el mando gracias al aporte de su banquillo y una defensa que ajustó mejor los choques. Destacó el suplente Brandon Williams con 20 puntos y 7 rebotes desde el banquillo, el mejor del equipo esa noche. Por los Pacers, Pascal Siakam firmó una actuación potente con 27 puntos y 13 rebotes, aunque sin premio al final.
En los minutos finales, Indiana tuvo la última oportunidad: tras una jugada de libre intencionado en los últimos segundos consiguieron un rebote ofensivo que les dejó un triple abierto en los últimos 3,4 segundos, pero lo fallaron y Dallas se llevó el triunfo.
Con esta victoria, los Mavericks mejoran su registro a 2-3 y siguen buscando consistencia, mientras que los Pacers se quedan en 0-4, algo que no ocurría desde hace décadas.
Este partido destacó por tres factores:
- El salto de impacto desde el banco de Dallas, capaz de cambiar el ritmo del partido.
- La lesión de Anthony Davis y cómo Dallas supo sobreponerse sin su pívot titular.
- La flaqueza de Indiana en el tramo decisivo: pese al buen inicio y estadísticas individuales, no pudieron cerrar el duelo.
En resumen, una victoria clave para los Mavericks y un aviso para los Pacers: el talento no basta si no se mantiene la consistencia en los tramos finales.

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