Los Celtics volvieron a mostrar su mejor versión en casa al imponerse con claridad por 125-105 frente a los Cavaliers, sumando su segunda victoria consecutiva tras un arranque complicado.

Desde el inicio, Cleveland tomó ventaja gracias a un primer cuarto explosivo (42 puntos anotados) que les permitió liderar 42-40. Sin embargo, Boston reaccionó antes del descanso con un demoledor parcial de 20-3 que sentenció la mitad: los Celtics se fueron al entreacto con ventaja de 75-60.

Jaylen Brown lideró el triunfo con 30 puntos, logrando un acierto sensacional (12 de 20 en tiros de campo) y anotando 13 puntos durante ese parcial clave que rompió el partido al final del segundo cuarto. Otros jugadores como Sam Hauser contribuyeron con 21 puntos desde el banquillo —incluyendo 7 triples—, y Josh Minott firmó un impactante doble-doble de 11 puntos y 14 rebotes.

Por su parte, los Cavaliers no supieron mantener el ritmo ofensivo: tras el excelente primer cuarto, sólo anotaron 18, 25 y 20 puntos en los siguientes tramos. A pesar de que jugadores como Evan Mobley y Jaylon Tyson anotaron 19 cada uno, el equipo de Cleveland fue superado por el empuje colectivo rival. El tramo final fue decisivo: Boston mantuvo la ventaja en los últimos minutos y cerró el choque sin peligro real.

La victoria refuerza el estado de los Celtics, que demuestran que cuando afinan el tiro exterior —21 triples encestados pese al inicio irregular de temporada— pueden dominar a cualquier rival. Mientras tanto, Cleveland debe replantear su segundo-tiempo, especialmente en ofensiva y en controlar las rachas del rival. En definitiva: un partido que confirma que Boston tiene capacidad ofensiva, profundidad en plantilla y credenciales para aspirar alto esta temporada.