El lunes por la noche, los Cleveland Cavaliers ofrecieron una actuación contundente para vencer a los Detroit Pistons por 116-95, consolidando su racha victoriosa y explotando todas las debilidades del equipo local.
Desde el inicio, los Cavaliers impusieron su ritmo. Mientras Detroit atacaba con poca fluidez, Cleveland construyó una ventaja temprana gracias a un parcial de 14-0 en el segundo cuarto que llevó a los visitantes de un déficit inicial a un sólido 43-26 al descanso.
La figura de la noche fue Donovan Mitchell, quien anotó 35 puntos en apenas 29 minutos, con un impresionante 13-de-18 en tiros de campo. Su veteranía y capacidad para atacar diversas zonas le permitieron dominar sin grandes complicaciones. En apoyo, Jarrett Allen sumó 20 puntos y siete rebotes, y Evan Mobley aportó 15 puntos, 11 rebotes y cinco asistencias, cerrando un dominio colectivo en ambos costados.
Por su parte, los Pistons sufrieron de inicio a fin. Cade Cunningham, su mayor esperanza ofensiva, apenas anotó 12 puntos y finalizó con cinco pérdidas; su 3-de-14 en tiros reflejó la falta de contribuciones contundentes de su equipo. Detroit cometió 25 pérdidas al total, mostrando desorganización, pobre manejo de balón y escasa ofensiva efectiva.
En resumen, Cleveland controló el juego de principio a fin: impuso su defensa, fue agresivo en transición y mantuvo a Detroit sin respuesta. Los Pistons, por su parte, siguen exhibiendo las fisuras que amenazan su crecimiento esta temporada. Si no corrigen márgenes tan amplios de derrota pronto, podrían enfrentar muchas noches como esta.

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